jueves, 10 de febrero de 2011

Me pareció ver un lindo gatito


Hoy, volviendo del trabajo, me he acordado de cierta anécdota un tanto chunga que me pasó siendo yo pequeña.
Pues bien, teníamos una gatita llamada Katy, me la encontré en la guardería de mi primo y me la llevé a casa... siempre iba recogiendo todo bicho viviente que me encontraba. Esa gatita, muy mona por cierto, creció y llegó el momento que tuvo gatitos, de los cuales sobrevivió uno. Que bonito el gatito! Me gustaba verlos a los dos, mamá y bebé, en su escondite donde estaban. Que contenta estaba! Íbamos a tener un gatito más en casa!
Un día vinieron unos amigos de mis padres a tomar café y yo, como no, me ofrecí a enseñarles al gatico y, mientras la amiga de mi madre y yo nos dirigíamos al escondite gatuno, yo le iba contando lo gracioso y chiquitín que era, que ya vería lo bonito que es. Pero cuando nos acercamos bien para verlo... SOLO QUEDABA UNA PATITA!! No sé quién puso más cara de sorpresa/terror/decepción, si yo o ella. Yo solo podia decir -eeeeeemmm... pues había un gato...- no podía entender el porqué de que sólo quedara esa pata minúscula, con sus almohadillitas rosas... Así que salí corriendo gritando a mi padre que el gato ya no era gato... era una patita!!
Ahí es cuando me explicaron que los animales, si no pueden mantener a sus crías, se las comen. Aunque fue una forma bastante brusca de comprobarlo :S
Ahora cuando alguna vez se lo he recordado a la amiga de mi madre nos reimos... pero nuestra cara en el momento justo de ver la patita era para habernos hecho una foto!! jajaja